Tras la pérdida de la pareja por una ruptura, tal y como sucede cuando alguien muere, se inicia una etapa de duelo, que puede vivirse de forma sana o no. Dos psicólogas nos dan las pautas para adaptarse a este cambio, aceptarlo y superarlo.
La relación se ha roto, pero no puedes sacarte de la cabeza a tu expareja. Te invaden sentimientos intensos, como la tristeza, la nostalgia, el miedo, la ira, el asco... Es inevitable sentir el vacío y para algunas personas resulta muy difícil olvidar a un ex, sobre todo si uno no ha tomado la decisión de cortar y le han dejado.
Al final la ruptura supone un duelo, puesto que se trata de una pérdida. Irremediablemente se debe pasar por él. Cada persona lo vive de una manera diferente y con sus propios tiempos. Eso sí, ese duelo va a pasar por distintas fases, y va a doler, pero el tiempo actúa como un bálsamo reparador y lo normal es superarlo tras esta etapa.
Itziar Jiménez Sevilla, psicóloga General Sanitaria del Instituto Psicológico Cláritas, precisa las cinco emociones que pueden aparecer después de terminar una relación de pareja, si bien “es importante tener en cuenta que estas no son compartimentos estancos, no aparecen de forma aislada”.
Tristeza: por la propia pérdida del vínculo, muchas veces se puede sentir tristeza por lo que pudo ser y no fue.
Enfado: culpa y auto-reproche.
Miedo: en el caso de que haya habido algún tipo de abuso físico o psicológico, amenazas por la otra parte.
Asco: por algún acontecimiento desagradable vivido durante o al final de la relación.
Alegría: no es incompatible sentir alegría con una ruptura, para algunas personas tomar esta decisión puede resultar liberador, sobre todo si se ha hecho una elaboración previa de la pérdida y una ruptura adecuada de la relación, suele favorecer esto el que haya sido una decisión consensuada por las dos partes y que suponga un cambio para mejor.
Qué hacer cuando olvidar al ex se complica
Sin embargo, por distintas razones, puede ser un duelo complicado, insano e incluso patológico. “Solemos decir que, si pasa un año y medio o dos años y la persona no ha vuelto a su vida normal, ahí está sucediendo algo. El tiempo lo cura todo si es un duelo sano, pero cuando no estoy siendo capaz de volver a mi vida “normal”, entonces se necesita ayuda”, señala Elena Daprá, psicóloga sanitaria, experta en bienestar psicológico y vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (COP).
La especialista del COP aclara que no olvidar a una expareja no tiene por qué significar que la sigas queriendo, puede ser que sientas que todavía la quieres, pero en realidad puede ser que la necesitas. "Son dos cosas diferentes". A veces, lo que resulta difícil no es deshacerse de la persona en sí, sino del vínculo, puntualiza Daprá: “Tal vez lo que duela es perder la relación y no perder a la persona". Por ejemplo, romper con el círculo de amigos o con la familia.
No existe una fórmula mágica, pero estos consejos ayudan
Ambas psicólogas coinciden en que el impacto de la ruptura es diferente en cada pareja, así que no existe una única fórmula mágica para olvidar a un ex. Teniendo esto en cuenta, Daprá sugiere llevar a cabo estas pautas:
Respetarse a uno mismo y respetar esas emociones del duelo, “porque tenemos que transitar por ellas”. La persona tiene que salir e intentar seguir con una vida normal. “No hay que encerrarse en una cueva y lamerse las heridas”.
No tomar determinadas decisiones, al menos durante un tiempo, “porque son impulsivas, precipitadas, y probablemente me voy a arrepentir”. La experta pone como ejemplo irse a vivir a otra ciudad. “Puede ser contraproducente, el dolor no se va, está ahí, y necesita tiempo para irse”.
Pararse a reflexionar para saber qué se ha aprendido en toda la relación. Según Daprá, si no hacemos esto y dejamos pasar de largo y seguimos para adelante, no sabemos qué no ha enseñado esa vivencia. “Pasado un tiempo, la persona tiene que hacer introspección, centrarse y volver a establecer prioridades. Para saber si se han cometido errores o se ha repetido algún patrón y así aprender y que no vuelvan a repetirse”. Y pone un ejemplo de aprendizaje: “He aprendido que es mejor no contarle absolutamente todo”.
Retomar planes que se habían dejado aparcados. “Ayuda a poner el foco en otras cosas y a focalizarse en uno mismo y no obsesionarse”, expresa la psicóloga del COP, quien asevera que no hay nada que genere tanto bienestar en una persona como que se sienta capaz de hacer cosas y las haga.
Respetar los tiempos emocionales. Se trata de ser conscientes de que el duelo hay que pasarlo y eso lleva su tiempo. “El duelo dura al menos 6 u 8 meses”.
No tener miedo a pedir ayuda. Tras una ruptura, si uno está sufriendo no significa tener ninguna patología, “está pasando por un proceso natural y adaptativo, pero si se atasca no hay que dudar en pedir ayuda a su red social, como los amigos y la familia, y también a un profesional para recibir asesoramiento psicológico y saber si es un duelo sano, no tiene por qué suponer entrar en un proceso terapéutico”.
Por su parte, la psicóloga Itziar Jiménez sugiere seguir estos consejos que, según su experiencia en la consulta, ayudan a superar rupturas amorosas:
Aceptar la realidad de la pérdida
Aceptar la realidad de la relación supone una aceptación no solo intelectual, sino también emocional. Aceptar que ciertas emociones que pueden resultar desagradables, van a estar presentes en mayor intensidad durante un tiempo, no intentar evitarlas o cubrirlas.
Hablar con libertad de la ruptura con una persona significativa, que valide la experiencia emocional, que pueda suponer un apoyo.
Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida
Identificar y manifestar sentimientos.
Reconocer y trabajar este dolor.
Permitirse dar rienda suelta al dolor: sentirlo y saber que un día pasará.
Cualquier cosa que permita evitar o suprimir de forma continua este dolor es probable que prolongue el duelo.
La negación de esto es no sentir, lo cual se puede hacer de muchas maneras: evitando pensamientos dolorosos, idealizar a la persona con la que se ha roto, evitar las cosas que le recuerda a él o usar drogas o alcohol, cura geográfica, etc
La sociedad hace más difícil completar esta tarea ya que abandonarse al dolor es considerado como algo insano.
Adaptarse a un medio en el que la otra persona ya no está
Asumir los roles a los que no se está acostumbrado y que realizaba la otra persona, desarrollar habilidades que nunca había tenido y seguir adelante con un nuevo sentido de sí mismo y del mundo.
Realizar actividades que hayan podido resultar placenteras para la persona en algún momento de su vida, fuera del espacio de pareja. Actividades individuales o compartidas (como hacer deporte, pintar, viajar...).
Recolocar emocionalmente a la otra persona y continuar viviendo
Encontrar un lugar adecuado para la persona con la que se ha cortado en su vida emocional, un lugar que le permita continuar viviendo de manera eficaz en el mundo.
Esta tarea se entorpece manteniendo el apego del pasado en vez de continuar formando otros nuevos.
Bloqueo en redes sociales para superar la ruptura, ¿sí o no?
Sobre cómo actuar en redes sociales, Daprá sostiene que puede ser recomendable o todo lo contrario. No existen recetas únicas, ya que depende mucho de cómo se dejó la relación (si fue amistosa, civilizada o no). Entonces, y dependiendo de cada persona, no será necesario bloquear al ex en las redes sociales para olvidarlo, mientras que habrá otras que sí lo necesiten.
Lo que sí aconseja esta especialista es avisar al ex de que le vas a bloquear, “es lo responsable, porque es muy desagradable darse cuenta de que te han bloqueado. Si no se avisa, la otra persona lo toma mal, como un castigo, y genera malestar”. Sería decir algo así como: “Necesito o prefiero bloquearte para no pasarlo mal”.
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