El prurito o picor de nariz aparece frecuentemente por una alergia, pero también por otros motivos. Dos expertos nos dan las claves para dejar de sufrir esta molestia que se produce como un mecanismo de defensa en un proceso inflamatorio.
El picor de nariz por el interior, en las fosas nasales, es una sensación muy molesta. Y cuando surge, por más que uno se frota con los dedos por fuera una y otra vez, no es posible quitarlo. Es más, con tanto movimiento, la napia se pone roja y uno se siente peor todavía. ¿Por qué se produce este hormigueo, muchas veces acompañado de estornudos o mucosidad? Puede originarse por varias causas, como explican los dos expertos que hemos consultado, quienes nos dan algunas pautas para aliviarlo.
“El picor o prurito, que es el término médico, se define como una sensación no placentera que induce el deseo de rascarse. Es provocado por mediadores químicos y estímulos sobre los receptores neuronales”, explica David Baquero, alergólogo y responsable de comunicación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Por lo tanto, añade el especialista, cualquier proceso que genere inflamación puede estar acompañado de picor o prurito nasal. Así que existen muchísimas causas de picor nasal.
Realmente el picor de la nariz se trata de una respuesta de nuestro organismo, un mecanismo de defensa ante una agresión en el que se produce una vasodilatación de los vasos de nuestras fosas nasales, y esto conlleva activar un mecanismo inflamatorio. En esta respuesta inmune se produce una secreción de la hormona histamina que es la que provoca el picor, señala Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Posibles causas del picor de nariz
Alergia
Es la causa más conocida y la más común, subraya Armenteros, y puede ser provocada por diferentes sustancias como el polen, el polvo, los ácaros, el epitelio de los gatos o perros, entre muchas otras “que nos podamos imaginar que pueden circular por un aerosol y entrar por nuestras fosas nasales”.
Para tratar las alergias lo primero es no exponerse al alérgeno. Si este contacto no se puede evitar, se adoptan medidas de contención, por ejemplo, ponerse mascarillas en determinados lugares o épocas del año, según el alérgeno. O también el uso de aparatos con filtros adecuados. Los tratamientos específicos incluyen corticoides y, sobre todo, antihistamínicos. Y también autovacunas, indica Armenteros.
Sequedad ambiental
Armenteros explica que en determinadas épocas del año o porque estamos acostumbrados a vivir en un lugar con un ambiente húmedo, por ejemplo en Galicia, y nos vamos una temporada a una zona con ambiente seco, como Madrid, hace que la mucosa nasal se reseque, y esto da lugar a esa inflamación que daría picor. En este caso, habría que utilizar hidratantes nasales.
Esta sequedad también puede producirse en el interior de las casas. “Tenemos que procurar que cuando estemos en nuestro domicilio haya un equilibrio entre el calor y la humedad”, aconseja Armenteros. El experto especifica que si utilizamos cualquier tipo de calefacción que reseque el aire, entonces primero es necesario darle humedad. Y en algunos casos más complicados, pues utilizar hidratantes nasales que eviten esa sequedad nasal.
Cambios de temperatura
Los cambios bruscos de temperatura, independientemente del lugar en el que la persona se encuentre, también pueden provocar esa dilatación de las pequeñas arterias de las fosas nasales y eso produce congestión nasal.
Tóxicos
Armenteros indica que existen tóxicos o agentes agresivos de muchos tipos, desde los que se utilizan a veces en los hogares, por ejemplo, limpiadores como la lejía y el amoniaco, hasta algunos perfumes que pueden irritar. Dentro de estos tóxicos estaría también la polución o contaminación provocada por el tráfico de coches, comenta Baquero.
Infecciones respiratorias
Generalmente, ocurre con las infecciones víricas, incluido el Covid, indican ambos expertos. El mecanismo es siempre el mismo: aparece el virus y este estimula un mecanismo inmunológico y se produce una congestión, es decir, mecanismos inflamatorios e inmunológicos para luchar contra ese virus que se ha quedado allí para que no pase a las vías respiratorias. Y es la secreción de histamina la que daría el picor de nariz.
“Si se trata de una infección viral o bacteriana se prescriben corticoides nasales y si es una bacteria o una sinusitis se trata con antibióticos”, precisa Baquero. Y se aplica un tratamiento de los síntomas de defensa, como la nariz congestionada, para lo que “indicamos antihistamínicos o descongestivos nasales (corticoides inhalados a través de un nebulizador, por ejemplo, para una rinitis de origen infeccioso o viral)”, especifica Armenteros.
Picor psicógeno
Baquero apunta que el picor también puede producirse “por un efecto psicógeno sin ningún desencadenante, aunque esto es mucho más raro y para poder diagnosticarlo hay que descartar otros tipos de procesos inflamatorios”.
¿Cuándo preocuparse por el picor de nariz e ir al médico?
Ambos expertos coinciden en que se debe ir al médico por el picor de nariz cuando se repite con cierta periodicidad o con una frecuencia bastante alta o cuanto la sintomatología es tan fuerte que afecta a la calidad de vida. Inicialmente hay que acudir a la consulta del médico de cabecera. Cuando el picor de nariz sucede de forma puntual, y remite en unos días, pues no debe preocuparnos, más allá de que resulta molesto.
Consejos para aliviar el picor de nariz
Los dos expertos dan algunas pautas tanto para evitar que se produzca el prurito nasal como para aliviarlo cuando ya se ha producido.
Evitar la acumulación de polvo.
Ventilar la casa.
Utilizar aparatos que depuren el aire con filtros de alta eficiencia, ya que retienen partículas muy pequeñas para los casos de alergia. En ambientes secos, humidificadores.
Utilizar mascarillas para que el alérgeno no se introduzca en el organismo. También para prevenir la sequedad nasal o también por exposición al frío.
Lavarse la nariz con sustancias salinas, como suero o agua de mar, un par de veces al día para que se produzca el arrastre de sustancias que puedan estar dentro de las fosas nasales y que no perjudiquen a la mucosidad que nos protege.
Acostumbrarnos a respirar por la nariz y no por la boca, porque tiene un doble filtrado que no se realiza en la boca.
Mantengamos en casa un ambiente equilibrado entre el calor y la humedad relativa. La temperatura no debe pasar de los 22 grados, lo ideal es entre 19 y 20 grados. El grado de humedad en el hogar va a depender del lugar en que se viva, pero lo normal sería entre el 30% y el 50%.
Cómo distinguir si es una alergia o no
Con la sintomatología en muchos casos es muy difícil distinguirlo por uno mismo, pero si hay una causa efecto siempre igual y en el mismo lugar, va a abrir una probabilidad muy alta de que sea una alergia y eso es motivo de consulta médica siempre, recalcan los expertos.
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