Tanto el color como el olor de la orina pueden indicarnos que algo no va bien en nuestro organismo. La alimentación tiene que ver pero también algunas patologías.
El color de la orina puede ser un indicativo de buena o mala salud pero también lo es su olor. Es habitual que, en determinadas situaciones, el olor de nuestra orina cambie, que sea más o menos intenso o, incluso, que se parezca a algo que hemos comido. La mayoría de las veces suelen ser cambios anecdóticos y no suelen ser indicativo de enfermedad, pero otras veces pueden indicar que algo no va bien.
Como explica a CuídatePlus, Marta Romero, nutricionista y titulada superior en dietética (TSD) especializada en obesidad, conducta alimentaria y patologías digestivas, “el pis es la sustancia resultante del filtrado de sangre que hacen los riñones”. Es un medio de desecho que contiene “toxinas, exceso de agua, urea, restos de medicamentos, nitrógeno, cloruros, cetosteroides, fósforo, amonio, creatinina y ácido úrico…”, añade. Mediante la excreción de agua “también se regula una buena hidratación”.
“Si no hiciéramos pis”, apunta, “nos moriríamos”.
Pis y alimentación
Por lo general, la orina tiene un olor variable, influenciado por lo que comemos. “No es tanto un problema de salud como de una dieta con exceso de proteína o baja en hidratos”, apunta Romero. Tener una dieta así, añade, “obligaría al cuerpo a quemar grasa para obtener energía y daría lugar a olores fuertes al igual que un exceso de alimentos ultra procesados y de mala calidad que podrían dar lugar a un mal funcionamiento del metabolismo”.
Además, hay determinados alimentos, como los espárragos, que hacen que cambie el olor de nuestra orina, casi de forma instantánea. Esto se debe al ácido aspártico. “El cuerpo lo convierte en sustancias como el azufre, que al expulsarlas se convierten en un gas con olor desagradable”, indica. Esto es así porque “al parecer el ácido aspártico es un mecanismo de defensa de este vegetal contra los parásitos, ácido muy resistente al calor, por lo que solo lo degrada nuestro intestino”.
Pero no sólo ocurre con los espárragos. Según la nutricionista, “un estudio reveló que alimentos como el alcohol, las coles de bruselas, el curry, la cebolla, el café y el ajo, podrían cambiar el olor de la orina. Y es curioso porque parece ser que hay personas que no detectan el olor y se debe a una cuestión genética, como la del cilantro, puesto que hay personas que les sabe a jabón y otras no”.
Posibles enfermedades
Como se ha mencionado, la alimentación puede cambiar el olor del pis pero también la toma de medicamentos o padecer determinadas enfermedades. “Un mal olor de orina también podría darnos señales sobre diabetes, deshidratación, infecciones, problemas hepáticos, cambios hormonales (embarazo, menstruación, menopausia)”, indica la nutricionista.
Así, el olor pestilente de la orina puede deberse a bacterias, como la candidiasis, que produce un olor a pescado bastante desagradable. Esto es así porque hay un desequilibrio en las bacterias de la zona íntima de la mujer. Por otro lado, el olor dulce del pis puede ser una señal de que alguna enfermedad no esté bien controlada, como la diabetes. Por otro lado, ciertas enfermedades hepáticas u otros trastornos metabólicos pueden causar un olor del pis a moho.
Algunos problemas de salud que pueden producir cambios en el olor del pis son:
Infección en la vesícula
Diabetes mal controlada
Cetonuria
Deshidratación
Insuficiencia hepática
Asimismo, “si abusamos de carnes rojas, mariscos, vísceras, alcohol y cerveza podríamos dar lugar a cálculos en el riñón, debido al aumento del ácido úrico”, indica Romero.
En cuanto al color de la orina, la experta recuerda que si es “turbio, opaco, tirando a marrón oscuro puede ser o deshidratación severa o alguna infección; en torno a naranja, seguiría pudiendo ser deshidratación o algún problema hepático, en especial si el color de las heces también cambia. Rojo o con sangre pueden ser infecciones, cálculos renales... El resto de colores tienen que ver con comer algunos alimentos tipo remolacha, colorantes, habas, o con algunos tipos de medicamentos y no tiene mayor importancia”.
¿Cuántas veces debemos hacer pis?
Muchas son las dudas relacionadas con el número de veces que una persona debería ir al baño a hacer pis. Aunque todo dependerá la persona, "lo normal es ir una media de entre 6 y 7 veces al día".
Lo que es importante es mantenerse hidratado todo el tiempo posible. Mucha gente bebe, como mínimo los dos litros de agua recomendado por los expertos, pero si se aumentan las cantidades está bien para reponer el agua perdida. Y es que, “la pérdida de agua no solo ocurre cuando hacemos pis, también con la sudoración, respirando, haciendo caca,... y depende de la humedad del ambiente, de la actividad física y/o de la temperatura ambiental, etc.”
En cuanto al tipo de bebidas, lo mejor es el agua. Que es la única bebida que quita la sed. Si te aburre el agua, “puedes maquillarla con infusiones o trozos de fruta”, aconseja.
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